Histórica derrota que podría marcar el retroceso de la clase política tradicional
Rolando “Rolo” Figueroa se impuso al MPN, que gobierna la provincia petrolera de forma ininterrumpido desde 1962.
Por redacción
Tras más de 60 años de gobierno ininterrumpido del Movimiento Popular Neuquino (MPN), el histórico partido provincial sufrió una derrota ajustada contra una coalición donde confluyen disidentes del oficialismo, una diversidad de partidos locales y que cuenta con el aval nacional de Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri y del ministro de Economía, Sergio Massa.
Si bien no pueden nacionalizarse los resultados electorales locales, no deja de llamar la atención la victoria de Rolando Figueroa. También hay que considerar que ninguna de las dos coaliciones nacionales destacó en la contienda, quedando el FDT tercero y Juntos por el Cambio quinto, detrás del candidato libertario Carlos Eguía.
El recuento provisorio dejó a Figueroa como gobernador electo con un 35,64%, seguido por el vicegobernador del actual oficialismo, Marcos Koopmann, con 33,24%, el FDT con 12,71%, el libertario Carós Eguía con 7,98% y Pablo Cervi de Juntos por el Cambio con 3,75%.
El flamante gobernador de la provincia petrolera, que asumirá recién en diciembre, se declaró en contra del MPN, dirigido por la familia Sapag. “Es una madeja de la familia del poder muy enquistada. Con un poder absoluto, lamentablemente, nos terminamos transformando en provincias feudales. Ese feudalismo, cuando ve temblar su régimen, se pone represor, se pone a tapar las posibilidades de que alguien pueda manifestar una opinión diferente”.
La provincia patagónica es un enclave estratégico que concentra el grueso de los yacimientos de Vaca Muerta, la mitad de la producción nacional de petróleo y el 63% de la producción de gas. Durante los últimos años se desarrolló un fuerte proceso de inversión en el sector de los hidrocarburos y la construcción.