Internacionales|17 de febrero de 2023

Catástrofe en Ohio

A catorce días del descarrilamiento de un tren cargado de sustancias tóxicas, el gobierno de Ohio evalúa las preocupantes consecuencias.

Por

Victoria Contreras del Olmo

Política Hoy I Internacionales

El pasado 3 de febrero un tren de carga de 100 vagones que transportaba materiales peligrosos descarriló en East Palestine, Ohio. Esto encendió las alarmas del gobierno local y nacional por las devastadores consecuencias que tendrá la catástrofe ambiental en la región. De acuerdo con lo reportado por la Agencia de Protección Ambiental de EEUU, el tren transportaba sustancias tóxicas como cloruro de vinilo, éter monobutílico de etilenglicol, acrilato de etilhexilo, isobutileno y acrilato de butilo.

 

En este contexto, y por las características de los materiales, el gobierno optó por realizar una quema del transporte, la cual liberó químicos tóxicos a la atmósfera. El objetivo de esta tarea era reducir el peligro ya que el cloruro de vinilo líquido es extremadamente combustible. No obstante, a pesar de finalizar la operación con éxitos, los temores por los enormes efectos negativos no dejaron de crecer.

 

Los funcionarios han estado analizando grandes amenazas inmediatas, ya sean explosiones o niveles químicos que podrían enfermar gravemente a la población, pero el mayor problema radica es que la limpieza y el monitoreo del sitio podrían demorar años. Además, como denunciaron varios residentes, peces y ranas murieron en los arroyos locales; se compartieron fotos de perros y zorros muertos; y se afirmó que se sienten olores químicos por la ciudad.

 

Advertencias del gobierno

Frente a este preocupante escenario, el gobernador de Ohio recomendó a la población local que beban agua embotellada. Mike DeWine, declaró a la cadena CNN que, si bien la calidad del aire en East Palestine era "segura", era mejor que los residentes aún no bebieran el agua por precaución.

 

"Ayer por la tarde recibimos una prueba del agua en el pueblo y en el primer pozo que probamos el agua estaba bien", dijo. Sin embargo, exhortó a la gente a "usar agua embotellada". "No se arriesguen", dijo.

 

Consecuencias a largo plazo

Todavía resulta poco claro qué podemos esperar en el largo plazo tras un accidente ambiental de tal magnitud. Además, a esto se suma la discusión limitada que impuso implícitamente el gobierno estadounidense. Por el momento no hay información sobre qué sustancias están presentes puntualmente en el lugar del descarrilamiento, así como tampoco se sabe si se crearon nuevos a través de reacciones químicas durante el incendio.

 

Ahora, como adelantó la Agencia de Protección Ambiental del país, el impacto a largo plazo en el estado dependerá, en parte, de la rapidez y profundidad de la limpieza. Se debe tener en cuenta que mientras más pesado sea el producto químico, más lento se degrada y mayores son las probabilidades de que se adhiera al suelo. Por eso, de no tomar las medidas necesarias ahora, estos compuestos pueden permanecer durante años en la región y afectar a la población.