Gobierno británico intentará frenar llegada de inmigrantes.
En el año pasado, más de 45.000 personas llegaron al Reino Unido por esta peligrosa ruta, y ya son casi 3.000 en lo que va de 2023
Por redacción
El Gobierno británico del primer ministro Rishi Sunak presentó hoy ante el Parlamento un proyecto de ley para tratar de frenar la llegada ilegal de inmigrantes por mar desde las costas francesas.
A pesar de los temores de los críticos, el Gobierno conservador sigue adelante con la idea de no otorgar asilo a las personas que cruzan en pequeñas embarcaciones el Canal de la Mancha.
En el año pasado, más de 45.000 personas llegaron al Reino Unido por esta peligrosa ruta, y ya son casi 3.000 en lo que va de 2023, la mayoría de origen afgano.
El Gobierno quiere prohibir a las personas que ingresan ilegalmente al Reino Unido solicitar asilo o volver a ingresar en el futuro y deportarlos tan pronto como sea posible.
La ministra del Interior, Suella Braverman, al presentar el proyecto en el Parlamento, dijo que es compatible con el derecho internacional, específicamente la Convención de la ONU sobre Refugiados y la Convención Europea de Derechos Humanos.
Braverman aseguró que países como el Reino Unido enfrentarán "presiones sin precedentes" en los próximos años debido a la inmigración ilegal que, según su visión, "ya es insostenible" y forma parte de una crisis migratoria global más grande.
“En los próximos años, los países desarrollados enfrentarán presiones sin precedentes por parte de un número cada vez mayor de personas que dejarán el mundo en desarrollo por lugares como el Reino Unido", dijo.
"A menos que actuemos hoy, el problema será peor mañana. Y el problema ya es insostenible”, agregó.
Recordó que, desde 2015, casi 500.000 personas recibieron asilo en el Reino Unido y eso incluye 160.000 ucranianos y 25.000 afganos.
El proyecto de ley permitirá la detención de los inmigrantes ilegales sin derecho a fianza ni revisión judicial dentro de los primeros 28 días de arresto, hasta que puedan ser expulsados.
Además, se introducirá un límite anual, determinado por el Parlamento, sobre el número de refugiados que el Reino Unido reasentará a través de "rutas seguras y legales".