Israel|03 de noviembre de 2022

Israel gira a la derecha

Benjamin Netanyahu afianza su mayoría y se prepara para formar gobierno en Israel.

Por

Victoria Contreras del Olmo

Política Hoy I Internacionales

Luego de un breve período de un gobierno de centro y moderado en Israel, el partido de derecha del ex primer ministro Benjamin Natenyahu obtuvo una amplia mayoría. Si bien estos datos son preliminares ya que las elecciones se celebraron el 1 de noviembre y los datos finales se sabrán entre hoy y mañana, con el 90,7% de los votos escrutados, el exmandatario es el claro ganador.

 

“Estamos al borde de una victoria muy grande”, dijo Netanyahu, de 73 años, a sus partidarios en un acto en Jerusalén en las primeras horas del miércoles. También, para calmar preocupaciones, prometió “un gobierno nacionalista que velará por todos los ciudadanos israelíes sin excepción”.

 

Likud, el partido derechista de Netanyahu, superó el umbral del millón de votos y se mantiene con 32 escaños, según las últimas cifras del Comité Central Electoral. Además, a esto se suma las bancas de sus socios de ultraderecha y religiosas. En este sentido, el Sionismo Religioso ganó 14 escaños, mientras que los dos partidos ultraortodoxos que forman parte del bloque pro-Netanyahu alcanzó las 19 bancas.

 

De esta manera, el líder derecha, quien es el más longevo de Israel con un acumulado de 15 años en el poder, reúne un total de 65 escaños en una Knesset (Parlamento) de 120 y se prepara para volver.

 

Derrota del centro

Por su parte, el bloque de partidos anti-Netanyahu, encabezado por el primer ministro Yair Lapid, sufrió una clara derrota. A pesar de que Yesh Atid, partido de centro del mandatario, logró mantener como segunda fuerza, se quedó sin la posibilidad de negociar. Incluso si obtuvo 24 diputados, los pésimos resultados de sus socios de centro, derecha e izquierda lo dejaron fueron del gobierno de Israel. De esta manera, el exponente del Israel liberal y secular, así como defensor de la solución de dos Estados con los palestinos fracasó en su intento de armar una coalición contra natura, en la que llegaron a entrar por primera vez los árabes al gobierno.

 

¿Qué explica este fracaso? La realidad es que la sociedad israelí judía clamaba por un gobierno fuerte y con políticas que se vinculan más a la mano duro. En este contexto, Netanyahu logró explotar hábilmente las debilidades del gobierno, así como resalto sus fortalezas. Mientras se presentó a si mismo como el único candidatos capaz de mantener a Israel en orden, criticó duramente a Lapid por el acuerdo fronterizo sellado recientemente con Líbano.

 

Asimismo, el segundo factor decisivo para el triunfo de la derecha fue la penetración que logró el discurso ultrarreligioso de Itamar Ben-Gvir, cuyo partido Sionismo Religioso se ubicó en el tercer lugar y obtendría 14 bancas. El líder abordó una cuestión muy sensible de los votantes: la identidad judía.

 

En la madrugada de este miércoles frente a sus seguidores, Ben-Gvir dijo claramente: “El pueblo votó por una identidad judía”, mientras los simpatizantes coreaban “muerte a los terroristas”. “Ha llegado el momento de que seamos los terratenientes de nuestro país”, dijo Ben-Gvir.

 

Esto enciende las alarmas en la comunidad internacional, ya que el líder religioso propone otorgar inmunidad legal a los soldados israelíes que disparan contra los palestinos y deportar a los legisladores rivales árabes a los que acusa de terroristas. Hasta hace poco, colgó en su casa un retrato de Baruch Goldstein, quien mató a tiros a 29 palestinos en una mezquita de Cisjordania en 1994.

 

De esta forma, se viene un tiempo complicado en Israel tras el retorno de la ultraderecha después de 3 años. A pesar de que algunos señalen como positivo que se reduzca el riesgo de luchas internas en la coalición y la probabilidad de otra elección anticipada inminente, el país también enfrentará un gran retroceso en materia de derechos humanos.