Congo|29 de julio de 2022

La República Democrática del Congo en el ojo de las Naciones Unidas.

Tras la muerte de efectivos de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo, la organización pone su atención en una posible retirada del personal.

El pasado jueves 28 de julio, Estados Unidos hizo un llamado a las autoridades locales y nacionales de la República Democrática del Congo para asegurar la protección del personal de Naciones Unidas luego de que un soldado y dos policías pertenecientes a los cascos azules fueran asesinados. El hecho se dio durante una manifestación en contra de la misión en el este de la República de Democrática del Congo, conocida como MONUSCO. 

 

La Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO)

La misión establecida en el año 2010, comenzó como el objetivo del mantenimiento de paz, protección de los civiles, el personal humanitario, y defensores de los derechos humanos. En adición a lo mencionado, la misión busca apoyar al Gobierno de la República Democrática del Congo en sus iniciativas de estabilización y consolidación de paz.  Actualmente la misión es una de las operaciones de paz más grandes del mundo. Está integrada por unas 18.000 personas y los tres países que aportan más militares son Pakistán (1.974), India (1.888) y Bangladesh (1.634), según fuentes oficiales de las Naciones Unidas. En está misma linea, se suma la presencia de 130 grupos armados se disputan el control de las riquezas naturales del país como el cobre, cobalto, oro y diamantes.

 

A pesar de ello, ha sido criticada por la falta de efectividad en su objetivo de detener la violencia impartida en la sociedad. En este sentido, las protestas se dieron luego de que el presidente del Senado congoleño (Cámara Alta), Modeste Bahati Lukwebo, denunció a la MONUSCO de no ser efectiva.

 

Por su parte, el jefe de la misión, Khassim Diagne, afirmó a los medios que la MONUSCO se encuentra dialogando constantemente con grupos locales. A su vez, agregó que existe un plan de transición en función de una salida progresiva de los “cascos azules”.

 

Por último, aseguró que en los grupos manifestantes se encontraban “infiltrados” miembros de pandillas y de grupos armados que operan en la región. Esto se suma al recrudecimiento de los conflictos entre las fuerzas congoleñas y el grupo militar M23.

 

 

El grupo militar M23. Un conflicto entre Ruanda y la República Democrática del Congo.

Este hecho está enmarcado en un contexto de tensión entre los presidentes de la República Democrática Del Congo, Félix Tshisekedi,  y el presidente de Ruanda, Paul Kagame, a causa del resurgimiento militar del M23, uno de los principales grupos armados que actúan en el este del Congo.

 

El M23 es un grupo rebelde que comenzó a principios de 2012 como parte del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo. Está conformado en su mayoría por hutus ruandeses que lucharon contra las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda en zona congoleña.

 

El grupo de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda “Fue creado en el año 2000 por hutus que se habían refugiado en el este del Congo tras la llegada al poder del Frente Patriótico Ruandés (FPR), encabezado por Kagame, en 1994”, explica Antoni Castel en el portal Política Exterior.

 

A su vez, agrega que “La ofensiva del M23 se desencadenó al mismo tiempo que las fuerzas armadas de Congo y Uganda lanzaban una operación conjunta, denominada Shujaa (héroes en suajili), contra las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF, por sus siglas en inglés), un grupo de origen ugandés pero implantado en las provincias de Kivu Norte e Ituri.”

 

Por último, explica que “El M23, las Fuerzas Democráticas Aliadas y el FDRL son solo tres grupos, los más importantes por su capacidad militar, de los numerosos que actúan en el este del Congo”. A ello se le suma el grupo ugandés Ejército de Resistencia del Señor (lra) y el grupo burundés Fuerzas Nacionales de Liberación.