Internacionales|19 de julio de 2022

Putin, Erdogan y Raisi: tres potencias aliadas para hacer frente a Occidente

El presidente ruso viajó fuera de su país por primera vez desde el conflicto con Ucrania en pos de profundizar las relaciones con Turquía e Irán.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reunió con el mandatario iraní, Ebrahim Raisi, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan para tratar las exportaciones en Ucrania, la crisis alimentaria y el actual conflicto en Siria.

 

Este martes desde Teherán, se realizó la cumbre trilateral que tuvo como objetivo fortalecer las relaciones bilaterales de Rusia e Irán, ambos víctimas de sanciones por parte de Occidente. La República Islámica recibió críticas por parte de EEUU e Israel por aumentar indebidamente su arsenal nuclear, mientras que el Kremlin  está arrinconado por la “invasión” en Ucrania.

 

Previo al encuentro, la empresa gasística Gazprom firmó un memorando de entendimiento por 40 mil millones de dólares con la National Iranian Oil Company (NIOC). Además, la compañía estatal rusa se comprometió a invertir en yacimientos iraníes y en construir gasoductos de exportación. 

 

Para entender la relevancia del acuerdo comercial, cabe resaltar que Gazprom representa el 15% de la reservas mundiales de gas mientras le sigue Irán como segundo. No obstante, el presidente estadounidense, Joe Biden, buscará nuevos contratos con las petroleras de Medio Oriente en su gira por Arabia Saudita e Israel en pos de contrarrestar el crecimiento ruso-iraní.

 

Putin se reunió con Erdogan para que este funcione de "árbitro" entre Rusia y Ucrania en materia de exportaciones de trigo y cereales. El presidente turco tiene como desafío levantar las restricciones de Rusia a la salida de 20 millones de toneladas de granos de Ucrania por el Mar Negro. 

 

Siria: el conflicto vigente desde 2011

 

Los tres grandes líderes trataron la crisis en la República Árabe para mantener el Tratado de Astaná: acuerdo firmado por las tres potencias para llevar la paz a Siria.

 

Previo a la cumbre, el líder supremo de Irán, Ali Jamenei, le indicó a Erdogan: “Cualquier ataque militar en el norte de ese país definitivamente dañará a Turquía, Siria y toda la región, beneficiará a los terroristas y no concretará la esperada acción política del Gobierno sirio”.

 

Por su parte, Irán y Rusia apoyan sustancialmente al gobierno de Bashar al Asad en Damasco, mientras que Turquía respalda a los rebeldes kurdos que disputan la Guerra Civil Siria. Además, el gobierno de Ankara busca crear una “zona de seguridad” de 30 kilómetros en la frontera, lo cual fue desaprobado en Moscú y Teherán.