Sudan, quienes están detrás del golpe
El Jefe militar sudanés intentó subordinar el grupo paramilitar RSF bajo las fuerzas armadas estatales, hecho que terminó por desembocar en el sangriento conflicto.
La violencia no es nada nuevo en Sudan, sin embargo en los últimos días ha escalado estrepitosamente llegando al punto de la captura del aeropuerto central del país.
El conflicto encuentra su cauce en el conflicto por la supremacía militar y política de Abdel Fattah al-Burhan (Jefe de las FFAA sudanesas) y Mohamed Hamdan Regalo (Líder del grupo paramilitar RSF). Ambos tienen un antecedente trabajando juntos en el Darfur en 2003.
Las fuerzas armadas han estado controlando el país desde su independencia, teniendo disputas internas y una hegemonía que ha sido cuestionada por grupos separatistas y paramilitares de diversas etnias y religiones a lo largo y ancho del territorio.
Una historia de genocidio, fracasos políticos y democracia inexistente fue lo que caracterizó a Sudan durante su historia. El último intento democrático resultó fallido cuando en 2021 el General Burhan retomo el poder por la fuerza. Burhan intentó restaurar el viejo régimen de Bashir, quien gobernó la Nación saheliana durante 30 años seguidos.
La política sudanesa históricamente ha estado manejada por las élites étnicas del Río Nilo, hecho que choca con Dígalo, quien procede de Darfur al sur del país. La marginación del mismo ha llevado a forjar una alianza con sectores separatistas y terroristas sureños del Kordofan, quienes en el 2003 habían sido sus enemigos y había enfrentado con su actual adversario.
Ante esto, el Jefe militar sudanés intentó subordinar el grupo paramilitar RSF bajo las fuerzas armadas estatales, hecho que terminó por desembocar en el sangriento conflicto que vemos hoy día con imágenes tan inhumanas que rozan la ficción.
Lo cierto es que el panorama continúa incierto y no hay una luz cercana a un acuerdo político. Es claro que la ubicación geográfica de Sudán, sus conflictos étnicos, su historial con el Estado Islámico (ISIS) y los piratas del mar rojo no dan lugar a un pensamiento positivo del desenlace del conflicto.