Opinión|25 de febrero de 2022

El vaticinio de Henry Kissinger sobre la guerra de Ucrania y Rusia

El analista y asesor internacional dió su análisis sobre el conflicto entre Ucrania y Rusia en 2014, las predicciones se encuentran más que vigentes.

Por

Enzo Caldora

Política Hoy

Henry Kissinger, el reconocido internacionalista y especialista de política exterior estadounidense, realizó hace 8 años un análisis sobre el conflicto ruso ucraniano, y a pesar del tiempo que ya pasó desde su primera publicación, sus puntos se encuentran aún vigentes para explicar esta nueva guerra.

 

Los incentivos de la Federación Rusa para volver a apostar a ser nuevamente un imperio ruso son cada vez menores. El mapa mundial actual le impide poder proyectarse nuevamente en territorio que hace un centenar de años le pertenecía. "Rusia debe aceptar que tratar de forzar a Ucrania a convertirse en un estado satélite, y por lo tanto, mover nuevamente las fronteras de Rusia, condenaría a Moscú a repetir sus históricos procesos recíprocos de presión con Europa y los Estados Unidos."

 

Pero las visiones entre lo que significa Ucrania para occidente y oriente distan mucho unas de otras. Mientras que occidente ve a esta nueva Nación como soberana y parte del mundo libre, Rusia nunca va a considerar a Ucrania como un país extranjero, su historía comenzó ahi y se extendió durante varios siglos. "Algunas de las más importantes luchas por la libertad rusa- comenzando por la Batalla de Poltava en 1709- fueron libradas en suelo ucraniano. La Flota del Mar Negro -el medio de Rusia para proyectar poder en el Mar Mediterráneo- tiene su base a largo plazo en Sebastopool, en Crimea."

 

La composición ucraniana se encuentra incluso dividida entre occidente y oriente: "Ellos viven en un país con una historia compleja y una composición políglota. La parte occidental se incorporó a la Unión Soviética en 1939, cuando Stalin y Hitler repartieron el botín. Crimea, el 60 por ciento de su población es rusa, pasó a formar parte de Ucrania recién en 1954, cuando Nikita Jruschov, ucraniano de nacimiento, la otorgó a Ucrania recién como parte de la celebración del tricentenario de un acuerdo ruso con los cosacos."

 

A pesar de esta división cultural, hoy en día las poblaciones ucranianas y rusas comparten gran parte de sus valores culturales, haciendo su diferencia una cuestión de fronteras soberanas. "Occidente es mayoritariamente católico; Oriente (el este) es gran parte ortodoxo ruso. El occidente habla ucraniano; el oriente habla principalmente ruso. Cualquier intento de un ala de Ucrania de dominar a la otra, como ha sido el patrón y la tendencia histórica; conduciría eventualmente a una guerra civil o una ruptura. Tratar a Ucrania como parte de una confrontación Este-Oeste hundiría durante décadas cualquier posibilidad de llevar a Rusia y Occidente, es decir a Rusia y Europa, a un sistema internacional cooperativo".

 

La Ucrania independiente solamente tiene 23 años, conformada como una sola Nación bajo decisiones políticas no consensuadas. "La política de la Ucrania posterior a la independencia demuestra claramente que la raíz del problema radica en los esfuerzos de los políticos ucranianos por imponer su voluntad a las partes recalcitrantes del país, primero por una facción, luego por la otra" a lo que Kissinger agrega: "esa es la esencia del conflicto entre Viktor Yanukovich y su principal rival política, Yulia Tymoshenko. Representan las dos alas de Ucrania y no han estado dispuestos a compartir el poder. Una política sabia de EEUU hacia Ucrania buscaría una manera de que las dos partes internas del país cooperen entre sí. Debemos buscar la reconciliación, no la dominación de una facción."

 

Sin embargo, el enfrentamiento entre Rusia y Occidente, encabezado por los Estados Unidos, hoy proponen una política de enfrentamiento interno, arremetiendo contra la política soberana ucraniana, y atrasando con lineamientos de guerra fría que no se adecuan al tablero mundial actual. "Putin debería darse cuenta de que, cualesquiera que sean sus quejas, una política de imposiciones militares produciría otra Guerra Fría. Por su parte, Estados Unidos necesita evitar tratar a Rusia como un rival aberrante y maligno para pasar a enseñar diplomática y pacientemente las reglas de conducta establecidas por Washington".

 

Con el ataque de Rusia a Ucrania, y el eventual avance de la OTAN, se plantea esta vez un enfrentamiento militar, con peores consecuencias económicas, pero alejados de aquella lucha ideológica que los enfrentó el siglo pasado. La nueva "guerra" vuelve a plantear cuestiones de poder que arremeten nuevamente la soberanía de naciones extranjeras, y ata de pies a cabezas la economía europea como contramedida al uso de la fuerza militar. El poderío de rusia sobre Ucrania habla más de un jaque mate a Europa que a su vecino del este. 

 

 

¿Cuales son las conclusiones de Kissinger?

-Ucrania debería tener derecho a elegir libremente sus asociaciones económicas y políticas, incluso con Europa.

 

-Ucrania no debería unirse a la OTAN, una posición que asumí hace siete años, cuando se trató por última vez.

 

-Ucrania debe tener la libertad de crear cualquier gobierno compatible con la voluntad expresa de su pueblo. Políticos y líderes sabios ucranianos optarán y elegirán una política de Reconciliación entre los distintos pueblos, etnias y facciones culturales de su país

 

-Internacionalmente, ellos deberán perseguir el lograr conseguir una posición como la de Finlandia. Y esa nación vive sin ninguna duda interna sobre su férrea independencia y coopera con Occidente en la mayoría de campos y espacios políticos; pero evita cuidadosamente la hostilidad institucional sobre Rusia.

 

-Es incompatible con las reglas del mundo que hoy existe el ordenar a Rusia la anexión de Crimea; pero debería ser posible poner la relación de Crimea con Ucrania en un estado y posición de mucho menor tensión política.

 

-Para lograr ese objetivo, Rusia debería reconocer la soberanía de Ucrania sobre Crimea.

 

-Ucrania, a su vez debería reforzar autonomía e independencia política en Crimea, y respetar la total autonomía e independencia de sus elecciones internas sostenida y garantizada por la presencia activa de especialistas y observadores internacionales.

 

-El proceso deberá incluir eliminar cualquier duda ó ambigüedad sobre el «estatus» oficial de la flota rusa en el Mar Negro en Sebastopol.

 

"Las propuestas descriptas solo se brindan a fines de evitar un enfrentamiento violento" finaliza Kissinger. Las últimas horas nos demuestran que el análisis internacionalista se encontraba acertado, entendiendo un panorama que estuvo frizzado durante años y que hoy deja de lado la diplomacia política para dar lugar a ataques militares y sanciones económicas, que vuelven a proponer dividir a la nación ucraniana, haciendo uso de sus diferencias étnicas en favor de bandos extranjeros. 

 

Ucrania es producto de un intento de avance de la OTAN sobre las fronteras Rusas, que provocaron a la potencia oriental para volver a demostrar su poderío contra occidente. Lejos de una guerra mundial, las últimas horas muestran como la nación ucraniana fue abandonada de la cobertura militar que la misma organización prometía en un principio, convirtiendo su territorio en un nuevo campo de batalla para las naciones extranjeras.

 

 

EC