Opinión|05 de mayo de 2023

Elecciones en Salta: trayectoria inalterable

Con una oposición fragmentada y atomizada, Gustavo Sáenz se prepara para arrasar en las elecciones provinciales del próximo 14 de mayo. No obstante, la existencia de once candidatos a la gobernación y frentes integrados por fuerzas aparentemente opositoras, son tan solo algunos aspectos que nos obligan a prestar especial atención a este caso.

Por

Victoria Contreras del Olmo

Política Hoy I Internacionales

El domingo 14 de mayo se celebrarán las elecciones provinciales en Salta en donde se jugará por la gobernación, 30 bancas de diputados provinciales, 11 de senadores provinciales, 343 de concejales y 60 intendencia. Ahora, lejos de asimilarse al escenario nacional, el desdoblamiento parecería librar a la provincia de la tan famosa “grieta”. En este contexto, todos los sondeos señalan a Gustavo Saénz como el claro ganador de la jornada.

 

De acuerdo con lo informado por la mayoría sondeos, el actual gobernador logrará permanecer en el cargo por cuatro años más. Pese a los esfuerzos de distintos partidos, los resultados de encuestas como ICQ señalan que la intención de voto de Sáenz supera el 46%, mientras que algunas, como la de Escenarios, llegan a sostener que superaría el 52%. De esta manera, quedan rezagados los candidatos de la oposición más “fuertes”, como Emiliano Estrada del Frente Avancemos o Miguel Nanni de Juntos por el Cambio.

 

No hay lugar a dudas que lo que sucede a Salta puede ser visto como una excepción a la regla si se observa el panorama nacional. La suspensión de las PASO, el desdoblamiento electoral, la existencia de once candidatos a la gobernación y frentes integrados por fuerzas aparentemente opositoras, son tan solo algunos aspectos que nos obligan a prestar especial atención a este caso.

 

Oposición fragmentada

Por un lado, es fundamental analizar los efectos del desdoblamiento y la eliminación de las PASO, para entender el escenario salteño de cara a las próximas elecciones. En este sentido, la provincia se logró desprender de los vaivenes y “pasiones” que hoy atraviesan a la política nacional al anunciar en agosto del 2022 que las elecciones provinciales no serían el mismo día que las presidenciales.

 

En este contexto, la decisión afectó a la oposición que ya se encontraba atomizada. La suspensión de las PASO tiene como consecuencia que a las elecciones generales lleguen múltiples candidatos, fragmentando la cantidad de votos que obtendrían los adversarios del oficialismo. Hoy, en Salta tenemos once personas que disputaran la gobernación, de las cuales ninguna tiene una oportunidad real aparte del actual gobernador.

 

Por esa razón, no resulta sorprendente las quejas de espacios opositores por la decisión adoptada el año pasado, en dónde se acusaba al gobierno de querer tomar ventaja. Ahora, incluso si esto es cierto, también debemos reconocer la profunda debilidad de la oposición. Para darnos una idea, la mayoría de las encuestas indican que el nivel de conocimiento de los adversarios más fuertes, Estrada y Nanni, no supera el 70% y la intención de voto cae por debajo del 20%. Por lo tanto, más allá de las denuncias por las consecuencias de la suspensión de las PASO y el desdoblamiento, al día de la fecha, no tenemos ningún referente que represente una amenaza real al proyecto político del oficialismo. Con un oficialismo fortalecido y candidatos sumamente débiles, es prácticamente imposible revertir la tendencia que se acentuó en los últimos meses.

 

Un tercer punto sumamente interesante de estos comicios es el Frente Avancemos, la segunda fuerza según los sondeos. Si bien se encuentran sumamente lejos de la intención de votos de Sáenz, los partidos y referentes que constituyen el espacio son una clara expresión de una oposición amorfa, dividida y particular. En esta línea, estamos ante un frente que reúne al núcleo duro del kirchnerismo y a Olmedo, quien hace tan solo algunas semanas mostraba su apoyo a Milei. En otras palabras, estamos ante un hecho sumamente impensado a nivel nacional y que demuestra los intentos desesperados, aunque insuficientes, de los adversarios de Saénz por llegar al poder.

 

Elecciones sin campaña

Por último, una particularidad que considero necesaria resaltar fue la casi nula campaña de los candidatos a la gobernación. Diferente a lo que sucede a nivel nacional, no presenciamos actos multitudinarios ni recorridas de barrios.

 

En el caso de Sáenz, la acertada decisión de la “no campaña” lo llevo a mostrarse solo en aquellas ocasiones en donde debía inaugurar una nueva obra pública o se reunía con funcionarios nacionales. Mientras que, en el caso de la oposición, se podría pensar que el panorama gris al que se enfrentan tampoco brindaría incentivos suficientes para gastar sumas desproporcionadas en una campaña que no tendrá los resultados esperados.

 

Victoria inminente

De esta manera, a pocos días de las elecciones provinciales inició la etapa final con una trayectoria prácticamente inalterable. Probablemente el gobernador gane la reelección y se quede también con la intendencia de la Capital y la mayoría de bancas en juego. La realidad es que, con el diario de hoy, no queda más que reconocer el rotundo éxito de la estrategia política y electoral del oficialismo.