Tiroteos en Estados Unidos: ¿por qué no hay control de armas?
A raíz del terrible tiroteo ocurrido en Texas esta semana, resurgió nuevamente el debate sobre la libre portación de armas en EEUU. En este contexto, se pone en relieve la puja política y las relaciones entre los partidos políticos y la industria armamentística en el país.
Los tiroteos masivos en Estados Unidos sin lugar a duda son un problema de larga data. En este sentido, la mayor accesibilidad de las armas se considera un factor determinante para explicar los numerosos episodios de violencia. No obstante, si es así, ¿por qué el país no avanza hacia un control de armas más estricto? La respuesta a esta pregunta se encuentra rápidamente en el lobby de las empresas armamentísticas y las financiaciones de las campañas electorales de los políticos estadunidenses.
Tiroteos masivos en EEUU
Por tiroteo masivo se entiende a un episodio en el que mueren cuatro o más víctimas, y no incluyen las matanzas entre pandillas o asesinatos que involucren a varios miembros de una misma familia. De acuerdo con el registro de Gun Violence Archive, en lo que va del año, se produjeron 213 tiroteos masivos en Estados Unidos. Asimismo, entre el 2015 y el 2021, la cifra asciende a 3.119, número sumamente alto si se compara con otros países. Mientras que Estados Unidos tiene el 5% de la población mundial, ese país involucra al 31% de los tiroteos masivos.
Además, según Small Amrs Survey, un proyecto de investigación con sede en Suiza, se estima que en 2018 había unos 390 millones de armas en circulación. Por lo tanto, eso convierte a EEUU en el país con más civiles propietarios de armas de fuego, cifra que crece de manera alarmante. Un estudio publicado por Annals of Internal Medicine en febrero reveló que 7,5 millones de adultos estadounidenses, poco menos del 3% de la población, adquirieron un arma por primera vez entre enero de 2019 y abril de 2021.
Por otra parte, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos un total de 45.222 personas murieron por lesiones relacionadas con armas de fuego durante 2020. En consecuencia, las mismas se convirtieron en la principal causa de muerte de niños y adolescentes estadounidenses en el mismo año.
De esta manera, es fundamental tener presente estos datos para entender la complejidad del tema, ya que, si bien a simple vista estas cifras deberían obligar a un cambio en la legislación del país, esto dista de suceder. Probablemente en el corto plazo difícilmente se vea un cambio sustancial, lo que nos lleva a preguntarnos por qué.
¿Quién se opone al control de armas?
La respuesta a esta incógnita es la influencia de la industria armamentística en la política estadounidense. A pesar de conflictos y problemas internos, la Asociación Nacional del Rifle (NRA) sigue siendo el lobby de armas más poderoso de EEUU, con un presupuesto tan grande capaz de determinar las carreras políticas en el país. No debemos olvidarnos de que el camino a la Casa Blanca o al Congreso es uno muy costoso.
En este contexto, el Comité de Acción, creado en 1968 por la NRA, determina su apoyo o lucha contra los políticos dependiendo su postura en relación con el control de armas. Esto se traduce no solo en recomendaciones a sus 19 millones de afiliados respecto a quién votar, sino también en financiaciones millonarias.
Por ejemplo, según el Centro de Derechos Civiles de EEUU, durante la campaña presidencial de 2016 la asociación gastó US$19,7 millones en la oposición a Hilary Clinton, mientras que, en el caso de Donald Trump, la NRA fue uno de los principales contribuyentes de la campañas, así como del Partido Republicano en general.
Control de armas: Demócratas vs Republicanos
Ahora, como sucede normalmente después de un tiroteo importante, resurge el debate entre los partidos políticos en Estados Unidos, pero, como siempre, sin ninguna medida concreta como resultado. En este escenario, la división de los bandos tiende a ser borrosa en algunos Estados, aunque, en general con un Partido Demócrata a favor del control de armas, frente a los Republicanos en contra.
Incluso si se argumenta que se trata de una discusión de valores, la realidad es que el trasfondo político es lo que determina la postura. En otras palabras, a pesar de que los republicanos sostengan que el control de armas coarta la libertad de los estadounidenses, amparándose en la Segunda Enmienda (argumento de la NRA), el financiamiento de sus carreras y campañas es lo que verdaderamente importa.
Como refleja el gráfico, los aportes de la industria armamentística son cruciales para el futuro de estos congresistas, quienes luego lamentan las masacres en las escuelas y universidades estadounidenses.